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En la actualidad el ejercicio profesional del Biólogo se encamina hacia la generación de propuestas, iniciativas, asesorías y, en general, a la formulación de proyectos que le suministren las herramientas necesarias para plantear soluciones a diferentes problemáticas ambientales. Las entidades gubernamentales y no gubernamentales requieren profesionales en capacidad de proponer estrategias que conlleven a la conservación de la diversidad biológica y a la mitigación de los impactos ambientales que se presenten en un lugar. Por lo tanto, es necesario desarrollar competencias investigativas para que a través de la toma de datos y su análisis, el futuro Biólogo esté en capacidad de indagar sobre los acontecimientos y fenómenos que le permitan corroborar, ampliar y/o aplicar el conocimiento en un campo específico de la Biología.

Los modelos de desarrollo que implementa la sociedad en su entorno se acentúan cada vez con mayor fuerza y crecen rápidamente. Su aplicación, en muchos casos, acarrea la intervención de hábitats naturales ocasionando daños irreversibles en la biodiversidad de una región. Teniendo en cuenta que las temáticas biológicas y ambientales, en general, se han convertido en asuntos que conciernen a múltiples sectores, no sólo de la academia sino de la sociedad, es necesario formar Biólogos que desde la investigación, la evaluación de impactos ambientales, la gestión ambiental o la innovación participen de manera proactiva en la proposición y ejecución de propuestas que ofrezcan soluciones a problemas reales de una forma ética y responsable.